jueves, mayo 17, 2007

El hábito de dibujar


El hábito no hace, dicen, al monje. Yo creo que sí lo hace: ahora que los encargos de dibujos me empujan a un retiro vagamente monacal, el hábito de dibujar a diario me convierte más que nunca en dibujante. Tengo el lugar que habito lleno de papeles dibujados que me recuerdan continuamente lo que soy. Porque, definitivamente, dibujar crea hábito.
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