lunes, enero 17, 2011

Discreción y reinvención

 -Señor -dijo sir Lanzarote-, mi nombre es Le Chevalier Mal Fet, que quiere decir el caballero que ha obrado mal.
 -Señor -dijo sir Cástor-, bien puede ser así, pero siempre pensé que vuestro nombre era sir Lanzarote del Lago, pues yo os he visto antes de ahora.
 -Señor -dijo Lanzarote-, no sois gentil caballero. En caso de que mi nombre fuese sir Lanzarote, y quisierano descubrirlo, ¿en qué os agraviaría guardar mi decisión, y no dañarme con ello? Pero sabe bien que si alguna vez está en mi poder agraviaros, os prometo hacerlo verdaderamente.
La muerte de Arturo
V. II
Sir Thomas Mallory
Ediciones Siruela
Madrid 2005