Proclamó el mundo la libertad, sobre todo en los últimos tiempos, y ¿qué vimos con esa libertad? ¡Pues únicamente esclavitud y suicidio! Porque el mundo dice: "¿Tienes necesidades? Pues a satisfacerlas, ya que tienes los mismos derechos que los más distinguidos ricos. No temas satisfacerlas; antes al contrario, mutiplícalas." He ahí la actual doctrina del mundo. En eso ven la libertad.
¿Y qué resulta de todo ese derecho a multiplicar las necesidades? En los ricos, soledad y suicidio espiritual, y en los pobres..., envidia, crimen, porque derechos les han dado, pero los medios de satisfacer sus necesidades, esos aún no se los han indicado. Aseguran que, cuanto más tiempo pase, más unido estará el mundo, más ligado en comunidad fraternal, tanto más se acortarán las distancias y se transmitirán por el aire las ideas.
¡Ay! No creáis en semejante unión de los hombres. Comprendiendo la libertad como multiplicación y satisfacción rápidas de las necesidades, falsean su naturaleza, pues despiertan en él muchos y absurdos apetitos y costumbres y las más necias patrañas. Viven tan sólo para envidiarse mutuamente, para el lujo y la ostentación.
Fiódor M. Dostoyevski
De la plática y doctrina del "stárets" Zósima
Los hermanos Karamásovi
Aguilar Joya
Madrid 1953