Estamos demasiado ocupados con vanas trivialidades, tales como la ambición de poder, de dinero y de posición social; es decir, por todo aquello que representa el medio y no el fin de lo que perseguimos. Todas estas vanidades nos han atrapado en sus redes y nos vemos engolfados en una lucha sin sentido cuyos resultados son valores triviales y éxitos sin contenido auténtico.
Tal vez, en realidad, no sea necesario que conozcamos cuál debe ser nuestra mínima contribución a este inmenso tapiz que es la propia existencia, pero lo que nunca debemos olvidar es que formamos parte de él.
Historia de LSD
Sydney Cohen
Cuadernos para el Diálogo
Madrid 1972