domingo, agosto 28, 2011

Tutelaje innecesario

INDEPENDENCE
I never did, I never did, I never did like "Now take care, dear!"
I never did, I never did; I never did want "Hold-my-hand";
I never did, I never did, I never did think much of "Not up there, dear!"
It's not good saying it. They don't understand.
When We Were Very Young
A. A. Milne
Methuen & Co. Ltd.
36 Essex Street London W.C. 1934

viernes, agosto 26, 2011

Llamada intempestiva

Me despierta el teléfono a las dos y media de la mañana. Una desconocida me explica que cogió un dibujo de mi blog para la maquetación un folleto de alguna localidad de levante, pero que no puede pagarlo.
El ayuntamiento está mal de fondos y, simplemente, no hay dinero. No disimulo mi mosqueo: si por lo menos fuera para una asociación de ayuda a animalitos, o algo así... pero bancos y administraciones públicas ya se han reído bastante de nosotros, y nos han robado lo suficiente. Aunque la chica parece sinceramente avergonzada, no aporta ninguna solución. Me irrita, sobre todo, que son hechos consumados porque, según me explica, el folleto ya está impreso.
Mientras discutimos, voy subiendo las persianas de las ventanas del salón. El salón parece normal, pero fuera es pleno día, a pesar de la hora que se supone que es. Y los marcos de las ventanas son de aluminio pintado en blanco, y no los habituales en madera. Y además, hay unos toldos, pero hacia dentro del salón. Comprendo que es sólo un sueño y, mientras me voy despertando, aún tengo tiempo de decirle:
- ¡Y la próxima vez, al menos ten la honradez de llamar despierta!

jueves, agosto 25, 2011

Opinión y gobierno.

HEMÓN. - (...) No mantengas en ti mismo un solo punto de vista: el de lo que tú dices y nada más es lo que está bien. Pues los que creen que únicamente ellos son sensatos o que poseen una lengua y una inteligencia cual ningún otro, éstos, cuando quedan al descubierto, se muestran vacíos.
Pero nada tiene de vergonzoso que un hombre, aunque sea sabio, aprenda mucho y no se obstine en demasía. Puedes ver a lo largo del lecho de las torrenteras que, cuantos árboles ceden, conservan sus ramas, mientras que los que ofrecen resistencia son destrozados desde las raíces. De la misma manera el que tensa fuertemente las escotas de una nave sin aflojar nada, después de hacerla volcar, navega el resto del tiempo con la cubierta invertida.
Así que haz ceder tu cólera y consiente en cambiar. Y si tengo algo de razón -aunque sea más joven-, afirmo que es preferible con mucho que el hombre esté por naturaleza lleno de sabiduría. Pero si no lo está -pues no suele inclinarse la balanza a este lado-, es bueno también que aprenda de los que hablan con moderación.
CORIFEO. - Señor, es natural que tú aprendas lo que diga de conveniente, y tú, por tu parte, lo hagas de él. Razonablemente se ha hablado por ambas partes.
CREONTE. - ¿Es que entonces los que somos de mi edad vamos a aprender a ser razonables de jóvenes de la edad de éste?
HEMÓN. - Nada hay que no sea justo en ello. Y, si yo soy joven, no se debe atender tanto a la edad como a los hechos.
CREONTE. - ¿Te refieres al hecho de dar honra a los que han actuado en contra de la ley?
HEMÓN. - No sería yo quien te exhortara a tener consideraciones con los malvados.
CREONTE. - ¿Y es que ella no está afectada por semejante mal?
HEMÓN. - Todo el pueblo de Tebas afirma que no.
CREONTE. - ¿Y la ciudad va a decirme lo que tengo que hacer?
HEMÓN. - ¿Te das cuenta de que has hablado como si fueras joven?
CREONTE. - ¿Según el criterio de otro, o según el mío, debo yo regir esta tierra?
HEMÓN. - No existe ciudad que sea de un solo hombre.
CREONTE. - ¿No se considera que la ciudad es de quien gobierna?
HEMÓN. -  Tú gobernarías bien, en solitario, un país desierto.
Antígona V. 704-739
Sófocles. Tragedias.
Editorial Gredos
Madrid 2008

miércoles, agosto 24, 2011

Regreso al Palacio de los Sueños


Voy conduciendo y la veo sentada sentada en una terraza. Lleva un vestido rojo cerrado en el cuello que la favorece, y parece mucho más joven que la última vez que la vi. Paro para saludarla y damos un paseo por el Cerro de los Perdigones. Me cuenta que está con alguien, y que se siente a gusto con él, pero que es "un poco tonto". Mientras lo dice, me lanza una mirada pícara que no comprendo, y de repente me siento irritado, y me voy. En ese momento surge unas situación de alarma ambigua. Alguien me pide que llame al 112, pero no lo consigo, llamo al 123. Bajamos rápidamente del cerro, y finalmente alguien consigue llamar, y nos vamos.
Despierto. Son las nueve y media. Me vuelvo a dormir.
Me ha llevado a una tetería típicamente albana (??) que conoce en la Avenida de Europa. El çay albanés tiene el aspecto de un chai indio. Llega un hombre de mediana edad y se presenta: "Hola, soy Kadaré, espero poder ayudaros." La miro a ella inquisitivamente -Pensé que te gustaría conocerle- me dice, y comprendo que estoy soñando. A su lado hay un hombre de unos cincuenta años, parecido a Rasputín, pero con la barba más corta. Parece muy seguro de sí mismo, pero se mantiene en un discreto segundo plano. Kadaré añade con satisfacción "En esta tetería escribí El Palacio de los Sueños."
Por allí hay un libro azul, que se puede empezar a leer por los dos lados, y puede descomponerse en dos libros distintos. Uno de ellos es de Dickens. Me lo ha regalado. Desde un balcón, una mujer, en espera de volver a ver a su hijo algún día gracias a ese reclamo, lanza bolas de helado a los niños que pasan y levantan sus boles.
No hay nada más que decir. Han subido arriba para hacer el equipaje.

No sé si subir a despedirme, pero finalmente no puedo resistir la tentación. No veo a nadie, pero en su habitación hay, sobre una cómoda, unas revistas con la palabra bondage escrita en rosa sobre fondo negro, que parecen de los 70. Me extraña, porque nunca la atribuí una extensa experiencia sexual, y recuerdo repentinamente que nunca la dije qué era eso tan singular que hacía al llegar al clímax. Entonces aparece por allí una amiga que les acompaña en el viaje, muy abrigada y con un gorro de punto púrpura, verde y blanco, con orejeras y borla.
-¿pero a dónde vais tan abrigados, en pleno mes de agosto?- la pregunto. Me despido cordialmente.
Me voy caminando avenida abajo, acompañado de otra gente distinta, y sin querer invadimos el carril bici. Casi nos atropella una chica muy rubia en una bicicleta roja, que nos increpa.
Ha nevado, y está anocheciendo.
Me despierto. Son las 10 de la mañana.

martes, agosto 23, 2011

El error de Bruce Lee

 Es la roca la que cede, la que escucha, la que toma la forma que le indica el agua. Las olas inciden siempre en el mismo sentido, con igual ímpetu, y con una constancia ciega y sorda.
 Es la roca la que permanece y se adapta, la que se deja herir y se hace una con el lugar al que pertenece.
 Es la roca la que encuentra su lugar.

lunes, agosto 22, 2011

Logos y moral

CORO:
Estrofa 1ª
Muchas cosas asombrosas existen y, con todo, nada más asombroso que el hombre. Él se dirige al otro lado del blanco mar con la ayuda del tempestuoso viento Sur, bajo las rugientes olas avanzando, y a la más poderosa de las diosas, a la imperecedera e infatigable Tierra, trabaja sin descanso, haciendo girar los arados años tras año, al ararla con mulos.
Antístrofa 1ª
El hombre que es hábil da caza, envolviéndolos con los lazos de sus redes, a la especie de los aturdidos pájaros, y a los rebaños de agrestes fieras, y a la familia de los seres marinos. Por sus mañas se apodera del animal del campo que va a través de los montes, y unce al yugo que rodea la cerviz al caballo de espesas crines, así como al incansable toro montaraz.
Estrofa 2ª
Se enseñó a sí mismo el lenguaje y el alado pensamiento, así como las civilizadas maneras de comportarse, y también, fecundo en recursos, aprendió a esquivar bajo el cielo los dardos de los desapacibles hielos y los de las lluvias inclementes. Nada de lo por venir le encuentra falto de recursos. Sólo el Hades no tendrá escapatoria. De enfermedades que no tenían remedio ya ha discurrido posibles evasiones.
Antístrofa 2ª
Poseyendo una habilidad superior a lo que se puede uno imaginar, la destreza para ingeniar recursos, la encamina unas veces al mal, otras al bien. Será un alto cargo en la ciudad, respetando las leyes de la tierra y la justicia de los dioses que obliga por juramento.
Desterrado aquel que, debido a su osadía, se da a lo que no está bien. ¡Que no llegue a sentarse junto a mi hogar ni participe de mis pensamientos el que haga esto!
Antígona V. 332-376
Sófocles. Tragedias.
Editorial Gredos
Madrid 2008

miércoles, agosto 10, 2011

Primates en la playa

En la tría del lugar de descanso diurno demuestran menor selectividad, si bien en los días soleados las zonas con una buena exposición solar óptima son mucho más frecuentadas que las zonas de umbría, con densa vegetación.

(...) Por regla general, los grupos de gorilas pasan el 40% de su jornada en reposo, el 30% alimentándose y el restante 30% viajando o bien comiendo y viajando a la vez. En torno a los 15 km2 de la zona de estudio del Centro de Investigación de Karisoke hay siete grandes zonas de vegetación, todas ellas atractivas para los gorilas en diferentes momentos del año según la estación y el estado del tiempo.
Gorilas en la Niebla
Dian Fossey
Biblioteca Científica Salvat
Salvat Editores
Barcelona, 1985