En Creta, Teseo fue encerrado con los demás en el laberinto, donde vivía el monstruo. Pero antes había sido observado por Ariadna, hija de de Minos, que se había enamorado de él y le había dado un ovillo de hilo para volver a encontrar su camino por los complicados corredores del Laberinto. Teseo, en correspondencia, le había prometido casarse con ella.
Teseo derribó al Minoturo a puñetazos y volvió a marchar con los jóvenes que había salvado. Se llevaba también a Ariadna. Pero la embarcación hizo escala en Naxos. Ariadna se durmió en la orilla y al día siguiente, cuando se despertó estaba sola. La nave de Teseo había vuelto a marchar sin ella.
Se dice que Teseo amaba a otra mujer, o también que había recibido de Dioniso la orden de abandonar a Ariadna, con la que quería casarse el dios. Efectivamente, Dioniso no tardó en llegar y se llevó en su carro triunfal a la muchacha al Olimpo.
Mitologías. Del Mediteráneo al Ganges.
Pierre Grimal
Editorial Gredos
Madrid 2008