sábado, junio 26, 2010

Decálogo para la resistencia

1. El fútbol como fenómeno sociológico es el mejor ejemplo de la falacia del sistema democrático: ustedes puedes elegir lo que quieran, pero en los medios de comunicación dejamos muy claro qué deberían elegir. La presión mediática es apabullante.
2. El fútbol profesional tiene poco que ver con la práctica del deporte. El aficionado es, frecuentemente, una especie de deportista voyeur. Un mirón, vamos.
3. La relación entre nacionalismo y clubs de fútbol es engañosa: en muchos equipos predominan los jugadores extranjeros, aunque se da por sentado que la entrega en el juego es porque "sienten los colores del club".
4. Capítulo aparte merece la nueva moda de politización izquierdista que supone llamar a la selección "la Roja" (¿no era esa Dolores Ibárruri? ¿o era la Alhambra?), en oposición a la derechización que supone llamarla "Selección Española".


5. Con el rato que se tiran jugando, y hay veces que no marcan ni un tanto en todo el partido. Qué aburrimiento. Prefiero el tenis.
6. A veces resulta chocante la habilidad con la que se combina la exaltación de la virilidad más rancia con una camaradería de tintes homosexuales. A mi la exaltación de la virilidad no me parece mal, si no huele a rancio, ni la homosexualidad, si no huele a calcetín sudado en vestuario cerrado. Claro que eso, va en gustos.
7. Nunca entendí por qué cuando un equipo de jóvenes gana a otro equipo de jóvenes, la ciudad se paraliza, y se les recibe como a héroes. Con el gasto que eso supone. Cuando Edurne Pasabán corona un ochomil, o Cela gana el Nobel, en las calles, ni se nota. ¿No os parece más difícil lo de este par, sin ir más lejos?.

8. Con demasiada frecuencia, los jugadores no son gente con una gran facilidad de palabra. A mí me parece que no tienen por qué serlo. Por desgracia, a muchos sí se lo parece, y les rodean de micrófonos, y dan alas a sus palabras, palabras que difícilmente pueden levantar el vuelo por sí mismas. ¿No sería mejor escuchar a los que tienen algo que decir?
9. Me resulta deprimente viajar, y escuchar por todas partes "Espania, Rial Madrit, Barsa" cuando digo que soy español. ¿No habrá por ahí otras posibilidades de proyección internacional? No sé... la tortilla de patata, Camarón, Buñuel, Disney, mirar cómo trabajan los demás, Ramón Mercader, Valentín Fuster, las uvas de nochevieja, Moneo, ¡hasta Picasso en su época azul!
Cualquier tópico me vale, mira.
10. El futbol, como la gravedad, no puede ser ignorado, porque su presencia es constante. O cedes, o te resistes, pero no puedes fingir que no está ahí.

Bueno, pues yo, me resisto.

sábado, junio 19, 2010

El juego de la silla


Puede que ni siquiera haya empezado a hablar con claridad, porque los pensamientos que recuerdo no son verbales. Digamos que tengo dos años. Estamos de visita de familia lejana, creo que lejos de la ciudad en la que vivimos. El mobiliario es anticuado, humilde pero recargado, predomina el color rojo. Hay mucha gente, y mucho ruido, y casi todos todos los presentes son desconocidos. Yo estoy sentado en una silla infantil, que evidencia aún más que allí no pinto nada: todas las conversaciones suceden por encima del metro sesenta. Nadie me hace caso, pero tampoco quiero llamar la atención, ni ser el centro; sólo uno más.


Tengo una idea: coloco la silla sobre el sillón. Si me siento allá arriba, estaré a su altura. Algo me dice que no es una buena idea, y tengo una vaga sensación de sorpresa por el hecho de que nadie me lo impida. Y, efectivamente, sale mal.


El sofá es blando, el asiento inestable, tengo vértigo al mirar al suelo. No puedo bajarme, pero no quiero seguir allí. Entonces todo se viene abajo. No me he hecho daño, pero estoy asustado, todo el mundo viene, puede que me regañen, pero no es culpa mía.
Sólo estaba buscando mi lugar.

domingo, junio 13, 2010

Exégesis del estatismo

Entonces Garfio le mordió.
No fue el dolor, sino lo injusto del asunto, lo que atontó a Peter. Lo dejó impotente. Sólo podía mirar horrorizado. Todos los niños reaccionan así la primera vez que los tratan con injusticia. A lo único que piensan que tienen derecho cuando se le acercan a uno de buena fe es a un trato justo. Después de que uno haya sido sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero nunca volverán a ser los mismos.
Nadie supera la primera la primera injusticia: nadie excepto Peter. Se topaba a menudo con ella pero siempre se le olvidaba. Supongo que esa era la auténtica diferencia entre todos los demás y él.
Peter Pan
J. M. Barrie
Alianza Editorial 2007

jueves, junio 03, 2010

Paseo por Londres al estilo de Rubén

Whenever I walk in a London Street,
I'm never so careful to watch my feet;
And I keep in the squares
And the masses of beards,
Who wait at the corners all ready to eat
The sillies who tread on the lines of the street,
Go back to their lairs,
And I say to them, "Bears,
Just look how I'm walking in all of the squares!"


And the littlebears growl to each other, "He's mine,
As soon as he's silly and steps on the line."
And some of the bigger bears try to pretend
That they came round the corner to look for a friend;
And they try to pretend that nobody cares
Whether you walk on the lines or squares.
But only the sillies believe their talk;
It's ever so portant how you walk.
And it's ever so jolly to call out, "Bears,
Just watch me walking in all the squares!"

LINES AND SQUARES
A. A. Milne
When We Were Very Young
Methuen & Co. Ltd. 36 Essex Street London W.C. 1934