No ser conformistas, no vestir los trajes clásicos de su público, sino dejarse crecer el cabello e incluso no lavárselo, hacer gestos estrafalarios, romper cristales, luchar, gritar y tirarse por las escaleras.
Cuando se les vea actuar así, -sin respetabilidad, incluso sin decoro-, entonces se sabrá que algo va a ocurrir en ese grupo, algo perturbador, algo irregular, algo valiente y sincero.
El biólogo nos dice que el progreso es el resultado de mutaciones. Mutación es sinónimo de extravagancia.
Por el amor de Dios, un poco más de comportamiento extravagante, no menos.
Tal vez el 90% de las extravagancias no sean sino meras extravagancias, ridículas y patéticas, que no conduzcan a ninguna parte y no sirvan más que para crear dificultades.
Pero si las eliminamos -imponiendo la pauta del conformismo-, nadie en América será nunca realmente joven y nos quedaremos de pie en el punto muerto de la nada.
Piezas cortas
Tennessee Williams
Alianza Editorial
Madrid 1970