martes, mayo 22, 2007

Aniversarios


Constatamos la idoneidad de una buena comilona para las celebraciones en el cumpleaños de Miguel y Álvaro. Nos juntamos tantos en un restaurante de El Berrueco, que no vale la pena intentar hablar con los de la otra punta de la mesa durante la comida.

Hace cuatro años nos perdimos la exposición de Vermeer. Lo celebramos en el Jardín Botánico porque es el ganador quien decide cuál es su primer premio.