viernes, enero 17, 2014

Orgullo y caída

Los griegos creían que la húbris era siempre seguida por la némesis, que si uno iba demasiado lejos recibía un coscorrón para que recordara que los dioses no toleraban la insolencia por parte de los hombres mortales.
En la esfera de las relaciones humanas, el espíritu moderno comprende la doctrina de la húbris y la considera cierta en general. Deseamos que el orgullo sufra una caída, y vemos que, con mucha frecuencia, cae.
 La Filosofía Perenne
Aldous Huxley
EDHASA
Barcelona 1977