miércoles, noviembre 07, 2018

Eclipse a lo común

 
La imagen de lo que fue tipificado como "genocidio" permanece latente en la mirada de los que se indignan ante las actitudes de rechazo, con toda clase de atropellos, de que son víctimas los "diferentes" a título de esa misma diferencia, de tal suerte que la defensa de tales individuos rechazados, maltratados y agraviados viene a configurarse como defensa de lo diferencial, y polariza la consideración del individuo sobre lo que tiene de cualitativo, de espécimen de una tipología.
De esta manera, ciertamente, se denuncia y se reprueba como injusta la motivación del agresor y se ataja o se transforma en mayor o menor grado la mala inclinación de su actitud, pero no se señala el genuino fundamento de respeto al individuo, que no consiste en su singularidad cualitativa, en aquello que lo hace "único en su especie", como se dice en de una pieza de cerámica codiciada por los coleccionistas, sino en lo que es realmente alcanzado por el sufrimiento: el individuo que no está en ninguna determinación diferencial, sino, por el contrario, justamente en la unidad indiferenciada con que se forma la pluralidad homogénea tantas veces designada como con el singular genérico de "carne de cañón".
El que la apelación a la cualidad diferencial, a la "identidad" cualitativa por la que un soldado se distingue de otro, pueda servir de hecho, en determinadas circunstancias, para defenderlos de ser reducidos a carne de cañón (y justamente debilitar lo más posible la menguada eficacia de tal apelación es una de las funciones principales del uniforme de soldado) no significa, en modo alguno, que lo intendido por esa diferencia sea el individuo en cuanto a tal: aquel respecto del cual es evidente por sí misma la afirmación de que el dolor es absolutamente irreparable, o, en fin, el único que es realmente alcanzado y reventado por una bala de cañón en el campo de batalla:
una unidad indiferenciada y absoluta de necesidad y satisfacción, de hambre y saciedad, de placer o de dolor, de enfermedad y de muerte; eso es el individuo, o sea, no lo más diferente, sino lo más común.
Principius Individuationis
Altos Estudios Eclesiásticos
Ensayos I
Rafael Sánchez Ferlosio
Debate - Penguin Random House Grupo Editorial
Barcelona 2015