martes, mayo 20, 2008

Carmen, o la lucidez de la intuición


Ahora que la memoria a veces la traiciona, Carmen apoya con más frecuencia su lucidez en la intuición. Puedo notar cómo me evalúa con una mirada justo antes de sonreirme.
Carmen sabe ahora mejor que nunca que me cae tan bien como yo la caigo a ella. Por eso disfrutamos tanto cuando paseamos por sus recuerdos, Sofía de una mano, yo de otra.
El tiempo es una bestia mitológica y terrible dormida a sus pies.
A lo mejor por eso nadie levanta la voz mientras charlamos.