miércoles, junio 24, 2009

Elegir una sombra

"Cuando hay un apagón en los ascensores de rascacielos, cunde el pánico. En mi clase cuando llega la hora del recreo cunde la alegría. El verbo cundir es un hermoso verbo.

Los rascacielos se dividen en rascacielos altos y rascacielos bajos. Los racacielos bajos tienen muchísimos menos cuartos de baño que los rascacielos altos. A los rascacielos bajos también se les llama casas, pero tienen prohibido tener jardín. Los rascacielos altos hacen mucha sombra, pero es una sombra distinta a la de los árboles. A mí me me gusta más la sombra de los árboles, porque tiene manchitas de sol y además se mueve. En la sombra de los rascacielos cunden las caras serias y la gente pide limosna. En la sombra de los árboles cunden los pastitos y los bichitos de San Antonio."

"Primavera con una esquina rota"
Mario Benedetti

jueves, junio 18, 2009

Embajada de sesenta segundos

Cuando terminé el dibujo de esta hembra de gorila, ella se dio la vuelta y se me quedó mirando. Yo no esperaba que tuviera interés en mí, y como parecía tranquila, pensé que me daría tiempo de hacer otro dibujo; se puede ver ese principio abajo a la derecha en la misma imagen.
Entonces se acercó muy despacio y apoyó su mano derecha en el cristal tan cerca de mí como le fue posible. Me miraba fijamente, pero con ese aire distraído que adoptan los primates cuando están haciendo algo importante. Yo sólo podía corresponder.
Abandoné el lápiz, y apoyé mi mano izquierda frente a la suya de manera que sólo el cristal impedía que las yemas de nuestros dedos se tocasen. Nos miramos durante cerca de un minuto sin movernos. Un minuto puede ser muchísimo tiempo. Sentía el peso de una gran responsabilidad; como si fuera embajador de mi especie. Comprenderán ustedes lo incómodo de la situación, teniendo en cuenta nuestra política hacia el resto del reino animal.
Entonces empezó a llegar gente, atraída por lo atípico de la escena. Agitaban mucho los brazos, y hacían mucho ruido, y nos señalaban. No parecían ir en manada, aunque desde luego caminaban cerca unos de otros y en la misma dirección. Más bien era como si se hubieran agrupado accidentalmente.
Entonces ella comprendió antes que yo que irremediablemente el momento había pasado. Bajó su mano derecha, y se alejó. Y yo me fui también, porque toda aquella gente hacía mucho ruido, golpeaba los cristales, disparaba los flashes de sus cámaras, y me resultaban verdaderamente molestos.

viernes, junio 12, 2009

¡Dibujad!

Esta es una entrada especial: de todos mis dibujos, estos son los más antiguos que aún conservo. Debía de tener unos cuatro o cinco años cuando los hice. Creo que por aquella época ya dibujaba continuamente.Dibujar siempre me ha hecho sentir bien. No me refiero a la satisfacción que sucede al trabajo terminado, y que no siempre se da, sino a lo que me sucede mientras estoy dibujando. Puedo dibujar en casi cualquier estado, excepto enfadado, lo que puede dar una pista de a qué sensación me refiero.

Pau Iriarte y Quim Fuster están rodando, contra el viento y la marea que todos sabemos, un interesantísimo documental que tiene como punto de partida un grupo de afectados de esquizofrenia que asisten a un taller de pintura, en el que ésta se revela como una herramienta para enfrentarse a su enfermedad.
El potencial terapéutico del dibujo y la pintura es, para mí, tan evidente, que está fuera de toda discusión; lo que sí me resulta incomprensible es por qué su práctica sigue siendo minoritaria en la edad adulta.

He escuchado muchas veces a la gente suspirar por el deseo de poder disfrutar del dibujo, pero aunque he recomendado hasta la fecha a más de una veintena de personas un camino para el aprendizaje rápido, sencillo, cómodo, y de eficacia contrastada, no me consta que ninguna de esas personas haya dado siquiera el primer paso.
El aprendizaje del dibujo tiene, además, una ventaja sobre otras aficiones como, digamos, la neurocirugía, el paracaidismo, la lidia, o la caza mayor: por muy grandes que resulten los primeros fracasos, no suponen, realmente, una gran pérdida.


domingo, junio 07, 2009

¿Más absurdo que Ionesco?

Como hoy era el día de elegir al animal favorito, me fui al zoo. Una visita oportuna: el 29 de abril nació un rinoceronte blanco que, recién cumplido el primer mes de vida, se ha convertido en la principal atracción del lugar.

De todos los animales, yo elijo a Marina, la madre del pequeño rinoceronte. Ha demostrado tomarse muy en serio sus responsabilidades, trotando distraidamente de un lado a otro para vigilar, a respetuosa distancia, las exploraciones de su hijo por ese desgraciadamente diminuto mundo que va a ser su hogar.
Viéndola mover su enorme corpachón con tanta elegancia y dignidad, es evidente que está capacitada para el manejo de asuntos de envergadura. Y aunque resulta imponente, y definitivamente su ira tiene que ser temible, cuando soporta con paciencia las embestidas del pequeño queda claro que su poder aplastante está perfectamente controlado, y a salvo de cualquier desproproción en la reacción.


Constancia, responsabilidad, permanencia a una respetuosa distancia, elegancia, dignidad, capacidad para el manejo de asuntos de envergadura, serenidad. Cuántas buenas cualidades juntas.
Mi voto es para Marina, la hermosa hembra de rinoceronte blanco del Zoo de Madrid.

lunes, junio 01, 2009

El precio del progreso


Al principio, los seres humanos dedicaban la mayor parte de su tiempo a la pesca, procurarse comida (lo que suponía largos paseos por la campiña), practicar sexo, o por lo menos a intentarlo, adecentar el lugar en el que vivían, escuchar historias a la luz de la hoguera, consumir sustancias psicotrópicas integradas en ciertos ritos...


Hoy, la gente está deseando que llegue el fin de semana para irse de pesca, dar un paseo y hacer la compra, practicar sexo, o por lo menos intentarlo, limpiar un poco la casa y arreglar algún enchufe, ver películas en la oscuridad del cine o del salón, o consumir sustancias psicotrópicas de una manera no demasiado ritual...

50.000 años de progreso, para perder 5 de cada 7 días en no se sabe muy bien qué; mal negocio.