viernes, septiembre 11, 2009

Huevos, gallinas y relojes


No es extraño, si uno lo piensa bien, que las religiones que nacieron en este país tengan en la base de su filosofía que cada acto tiene una consecuencia inevitable, y que esa concatenación de causas, más que una cadencia regular de sucesos independientes, es el tiempo. Cuando los estudiosos occidentales se enfrentan a la historia de la India antigua, se las ven en figurillas para construir cronologías con el rigor al que están acostumbrados. Todo está documentado desde mucho antes de que se registrara por escrito la historia de occidente. Pero no hay ninguna fecha.

Lo que no consigo adivinar es si el transcurrir del tiempo en la India viene determinado por su manera de entenderlo, o si lo entienden así precisamente porque así es como inevitablemente funciona. ¿Es el mundo el que configura la mirada de la humanidad, o la humanidad define el mundo con su mirada? Los hindús, seguramente se quedan con la primera opción; los budistas hacen suya la segunda.

Si por lo menos supiéramos cuál es el huevo, y cuál es la gallina....