jueves, noviembre 29, 2007
Pruebas de la existencia de Granada
Cuando queremos que Madrid desaparezca de nuestras cabezas, nos vamos a Granada. Pero cuando volvemos a Madrid, Granada sigue existiendo en nuestros corazones.
Hacer fotos, ver la Alhambra, charlar con los amigos, revelar carretes, el 22, las espinacas, dibujar, dormir, ir al Ropero, los pasteles árabes, el Rincón de San Pedro, los encuentros imprevistos... como si fuera un círculo perfectamente lógico, uno no sabe cuáles son los verdaderos motivos y cuáles las excusas para llegar allí.
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