Visitar Galicia en pleno temporal puede ser una imprudencia o una aventura. Pero vale la pena si es para conocer una aldea deshabitada desde hace cincuenta años que está a punto de despertar.
Es fácil olvidar, cuando se ve un dibujo, las circunstancias en las que se ha realizado. Esta foto de Sofía reivindica la dificultad que añaden a veces las circunstancias ambientales al dibujo de campo.
Qué habría hecho sin la generosidad y el buen humor de Fer y Eva pero, sobre todo, de Pablo y Alejandra.
lunes, diciembre 11, 2006
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