Se cuenta que el Emir de los creyentes, Harún al-Rasid, pasaba una noche entre dos esclavas: una medení y la otra kufí. La primera le acariciaba los pies y la segunda las manos. La mediní conseguía que la mercancía se levantase. La kufí le dijo: "Veo que quieres apropiarte, tu sola, del capital. Dame mi parte." La mediní contestó: "Malik, que lo sabía de Hisam b Urwa, que lo había oído referir a su padre y éste había conocido al Profeta, refiere: "Quien resucita una tierra muerta, la hace suya para sí y sus descendientes"."
La kufí dio un empujón a la mediní, lo cogió todo con sus manos y dijo: "Al-Amás, que lo sabe de Jaitama, que lo sabe de Abd Allah b. Masud, y éste del Profeta refiere: "La caza pertenece a quien la coge, y no a quien la levanta"."
Noche 387
Las Mil y Una Noches V. II
Traducción y notas de Juan Vernet
Editorial Planeta. Barcelona, 1965
Las Mil y Una Noches V. II
Traducción y notas de Juan Vernet
Editorial Planeta. Barcelona, 1965