sábado, marzo 29, 2008
¿Es el destino un vector?
Algunos sucesos parecer tener una dimensión que va más allá de la casualidad habitual. Mucha gente llama destino a esa fuerza desconocida que hace malabarismos para que las cosas acaben sucediendo tal y como suceden. Me recuerdan a la mujer que le preguntó al policía que había junto a su coche si estaba mal aparcado, y a la que respondieron "Señora, en alguna parte tengo que estar".
El destino de un cuerpo que soltemos a una determinada altura es caer. Para no caer, sólo hay que agarrarse a algo que no vaya en nuestra dirección.
miércoles, marzo 05, 2008
Oda al boceto
El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. ¿Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma?
Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
"La insoportable levedad del ser" Milan Kundera
Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
"La insoportable levedad del ser" Milan Kundera
lunes, marzo 03, 2008
Los motivos de Rèmy
- ¿Tiene miedo?
- Sí. No quiero dejar de vivir. Amé la vida.
- ¿Qué amaba tanto?
- Todo. El vino, los libros, la música y sobre todo a las mujeres. Su olor, su boca, su piel...
- ¿Tuvo muchas?
- Sí.
- ¿No le resultaban todas parecidas?
- Un poco, pero nunca me cansé.
- ¿Sigue teniendo éxito?
- No, ya no. Con los años todo cambia.
- ¿Aún disfruta del vino?
- Ya no. Por mi hígado.
- ¿Hizo los viajes que soñaba?
- Hoy hay turistas en todas partes.
- No teme abandonar su vida, sino el pasado. Y ese pasado está muerto.
- Puede ser.
Denys Arcand, "Las invasiones bárbaras"
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