1. El fútbol como fenómeno sociológico es el mejor ejemplo de la falacia del sistema democrático: ustedes puedes elegir lo que quieran, pero en los medios de comunicación dejamos muy claro qué deberían elegir. La presión mediática es apabullante.
2. El fútbol profesional tiene poco que ver con la práctica del deporte. El aficionado es, frecuentemente, una especie de deportista voyeur. Un mirón, vamos.
3. La relación entre nacionalismo y clubs de fútbol es engañosa: en muchos equipos predominan los jugadores extranjeros, aunque se da por sentado que la entrega en el juego es porque "sienten los colores del club".
4. Capítulo aparte merece la nueva moda de politización izquierdista que supone llamar a la selección "la Roja" (¿no era esa Dolores Ibárruri? ¿o era la Alhambra?), en oposición a la derechización que supone llamarla "Selección Española".
5. Con el rato que se tiran jugando, y hay veces que no marcan ni un tanto en todo el partido. Qué aburrimiento. Prefiero el tenis.
6. A veces resulta chocante la habilidad con la que se combina la exaltación de la virilidad más rancia con una camaradería de tintes homosexuales. A mi la exaltación de la virilidad no me parece mal, si no huele a rancio, ni la homosexualidad, si no huele a calcetín sudado en vestuario cerrado. Claro que eso, va en gustos.
7. Nunca entendí por qué cuando un equipo de jóvenes gana a otro equipo de jóvenes, la ciudad se paraliza, y se les recibe como a héroes. Con el gasto que eso supone. Cuando Edurne Pasabán corona un ochomil, o Cela gana el Nobel, en las calles, ni se nota. ¿No os parece más difícil lo de este par, sin ir más lejos?.
8. Con demasiada frecuencia, los jugadores no son gente con una gran facilidad de palabra. A mí me parece que no tienen por qué serlo. Por desgracia, a muchos sí se lo parece, y les rodean de micrófonos, y dan alas a sus palabras, palabras que difícilmente pueden levantar el vuelo por sí mismas. ¿No sería mejor escuchar a los que tienen algo que decir?
9. Me resulta deprimente viajar, y escuchar por todas partes "Espania, Rial Madrit, Barsa" cuando digo que soy español. ¿No habrá por ahí otras posibilidades de proyección internacional? No sé... la tortilla de patata, Camarón, Buñuel, Disney, mirar cómo trabajan los demás, Ramón Mercader, Valentín Fuster, las uvas de nochevieja, Moneo, ¡hasta Picasso en su época azul!
Cualquier tópico me vale, mira.
10. El futbol, como la gravedad, no puede ser ignorado, porque su presencia es constante. O cedes, o te resistes, pero no puedes fingir que no está ahí.
Bueno, pues yo, me resisto.