Nunca he soñado que vuelo: yo sueño que floto. Una vez los pies pierden el contacto con el suelo habitual, no hace falta una dirección. El simple placer de expandir las posibilidades de movimiento a la dimensión vertical es suficiente. Es lo que hacen los globos aerostáticos, cuando se dejan llevar por el viento. Ningún avión posee la majestuosidad de un globo en vuelo.
Se suele usar alcohol para limpiar superficies de cristal o metal, porque se evapora rápidamente, y no deja sedimentos. Sería fácil decir que no deja huella, pero no es cierto: todo queda más limpio. Separa los elementos que no están arraigados a la superficie, y los arrastra consigo antes de desaparecer.
¿Es más majestuoso un viajero dócil? ¿Dócil a qué fuerzas?
¿Son los souvenires la suciedad que roba el brillo de los sitios más bonitos?