lunes, marzo 28, 2011

Barcelona desconocida

Mi hermana está en mi habitación encima de mí, y me sujeta las muñecas, así que tiene pinta de que ha ganado. Con diez años contra uno de cinco, ya podrá. Además, no vale morder, y eso me sitúa en desventaja.
- ¿Tú quieres ir a vivir a Barcelona?
A mí, claro, me pilla por sorpresa, porque yo no sabía que eso de cambiar de ciudad podía pasar. Pero Barcelona es la tierra prometida, el paraíso perdido, el origen olvidado. Hay una especie de responsabilidad moral, que me obliga a abrazar el destino desconocido.


- Yo sí; ¿y tú?
- No lo sé. He oído a los padres que nos vamos a ir a vivir a Barcelona.

Siento un momento de pánico, porque entonces la cosa va en serio. Pero con cinco años aún no se conocen los cambios lo suficiente como para temerlos y, qué demonios, cómo no voy a querer: ¿no sería una traición querer quedarse en Madrid?
Noto por primera vez el deseo de cambio, no por rechazo del presente, sino por pura curiosidad. Es la atracción del abismo la que me empuja a hablar:
- Pues yo sí que quiero. 

7 comentarios :

eva dijo...

Me pasó algo parecido! en mi casa, cuando tenía cinco años nos tuvimos que mudar todos a Menorca. Yo tenía muchas ganas de ir, porque había que montar en barco :)

victorzurdo dijo...

¿Lo ves, Eva? ¡Nunca volvemos a ser tan aventureros como a los cinco años!

Ab dijo...

jajaja, no necesito 5 años más ni tener más fuerza para seguir ganandote. El truco sigue siendo que soy yo quien pone las normas...

Erredé dijo...

En mi infancia viví en Almería, en Colmenar Viejo, en el Sáhara, otra vez en Almería, en Daimiel y en Manzanares, y cada nuevo cambio me parecía natural y apetecible.
Para venir a Madrid ahora que soy cuarentón he necesitado mucho tiempo. Ojalá nunca perdamos el atrevimiento que nos otorga la infancia a fuerza de ignorancia.
Muy bonito el texto, me quedo con las ganas de saber cómo sigue.

victorzurdo dijo...

Ab: Con una mano en la espalda, si quieres. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. Pero te lo advierto, que te veo venir: ¡morder sigue siendo trampa!
Erredé: El reto es mantener el atrevimiento sin caer en la ignorancia. Sí, a mí tampoco me sale siempre.
Cómo sigue es una muy larga historia. Su último capítulo hasta la fecha, esta tarde en Tabacalera, lápiz en mano.
Si fuera el final, sería un happy end.
¡Pero es sólo el principio!

faunanaturaleza,blogspot.com dijo...

La verdad sin cambios la vida no seria igual de interesante. Yo recuerdo que no te querías ir sin ver los pandas y nos fuimos toda la familia un Domingo al zoo

victorzurdo dijo...

Pero Jose ¿¿cómo me iba a ir sin despedirme de Chu-lin?? Por cierto que ahora hay nuevos retoños de panda. Habrá que ir...