viernes, agosto 10, 2012

Planificación de viaje

No se puede estar mucho tiempo en Londres sin ir al zoológico. Hay gente que recorre el zoológico empezando por el principio, donde pone ENTRADA, y pasa a todo correr por delante de las jaulas hasta que llego al sitio donde pone SALIDA.
Pero la gente que más nos gusta es la que va directamente a ver a su animal favorito.
Historias de Winnie de Puh
A. A. Milne con ilustraciones de E. H. Shepard
El Club de Diógenes
Editorial Valdemar
Madrid 2006

4 comentarios :

Erredé dijo...

Esos apuntes son buenísimos, tanto como la reflexión del señor Milne que debió ser otro observador de animales empedernido.

José A. García dijo...

Muy interesante el post. Pero, más allá de ello, detesto los zoológicos, ¿por qué han de estar enjaulados esos animales? ¿Por qué el hombre que se cree tan civilizado sólo sabe destruir todo aquello que no le pertenece (y lo que demás también)?

Saludos

J.

victorzurdo dijo...

Es evidente que no todos los animales sufren por igual en los zoos, y que algunos están, incluso, muy a gusto. La experiencia de un tigre y la de una tarántula no tienen nada que ver.

En un mundo perfecto los zoos no existirían, pero en éste puede que sean un mal menor.
Algunas especies no existen ya en libertad, sino sólo en los zoos. Otras tienen más población en cautividad que en libertad. Y si hablamos de libertad animal, asumimos el libre albedrío en ellos. A día de hoy, no hay consenso ni teológico ni científico al respecto, ni siquiera respecto a nuestra especie.

No detestes los zoos: detesta, en todo caso, las circunstancias que justifican su existencia. La mayoría de gente que trabaja en ellos, ama a los animales más que tú y que yo, y ahí están.

De todas formas, gracias por el comentario: toda polémica es sana.
Y no olvides hablar de tu especie en primera persona. Te guste o no, eres lo que eres.

José A. García dijo...

Gracias por la respuesta Víctor. Acepto el comentario, por supuesto, pero no me olvido que el hombre también es un animal, y muy perjudicial.

A partir de ahora detestaré todo aquello que justifique la existencia de los zoológicos, como ciertos reyes cazando animales en peligro de extinción, o cosas similares.

Gracias otra vez. Me verás volver por aquí porque me gusta lo que haces con las palabras y las imágenes.

Saludos

J.