El quid de la cuestión está en la imposibilidad del retorno. Todas las situaciones básicas de la vida son sin retorno. Para que el hombre sea hombre, tiene que atravesar la imposibilidad de retorno con plena conciencia. Beberla hasta el fondo. No puede hacer trampas. No puede poner cara de que no la ve.
El hombre moderno hace trampas.
La broma
Milan kundera
Editorial Seix Barral S.A.
Barcelona 2009
3 comentarios :
Dos cosas:
La primera: muy bien logrado el paisaje de la ilustración que abre el texto.
La segunda: ¿Qué hacemos con los hombres que no quieren ser hombres sino que desean seguir siendo niños eternamente?
Saludos!
J.
A lo primero: ¡muchas gracias!
A lo segundo: a mí me me parece que cada uno es muy libre de elegir lo que quiere ser. Les trataremos como a niños, y no como a hombres. Acabarán comprendiendo que cada cara tiene su cruz.
Muy buena respuesta, Victor. Viéndolo de ese modo, el que no aprenda no tendrá derecho a queja por el trato que reciba.
Saludos!
J.
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